Eduin Mauricio Capaz, una de las ‘madejas’ que cuida indígenas

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Por: Equipo de Verifico

09 de abril de 2025 * Colombia

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Desde adolescente ha dedicado su vida a luchar por el bienestar de los pueblos indígenas del departamento de Cauca. Ha pasado por múltiples cargos, dejando como huella un liderazgo caracterizado por su compromiso, valentía, audacia y sencillez.

“Creo que hay muchas personas que cuando escuchamos su nombre, suspiramos profundamente. Y es un suspiro de orgullo, de inspiración.”

 

Esas palabras de Anyi Zapata, actual coordinadora del Tejido de Defensa de la Vida y los Derechos Humanos de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acin), hace eco  de cualquier persona que conozca la labor de Eduin Mauricio Capaz en la defensa de los territorios y los pueblos indígenas. 


“Eduin ha hecho su camino de una manera muy transparente y eso lo hace muy buen líder. Además, ganarse el cariño y el amor de la comunidad es muy difícil. Es un referente que ha dejado un legado”, dice Zapata.


Como  el primer Kiwe Thegna, como se le llama a un guardia indígena en lengua nasa yuwe,  que asumió como consejero en el  Consejo Regional Indígena del Cauca(Cric), es un  un referente para su comunidad  por su aporte comunitario y su  defensa de la vida y del territorio. “Es uno de los representantes más icónicos de la Guardia Indígena”, dice. 


Eduin nació el 21 de enero de 1985 en el resguardo de Tóez, del municipio de Páez, ubicado en el oriente del departamento de Cauca. Desde pequeño ha sido un luchador, pues él y su familia sobrevivieron a la avalancha ocurrida el 6 de junio de 1994 en la cuenca del río Páez, producida por un terremoto de 6,4 en la escala de Richter. Ese desastre natural dejó 1.100 muertos y 500 desaparecidos.


Sus padres, junto con otros sobrevivientes, se trasladaron al municipio de Caloto, ubicado en el norte del departamento, y con el paso del tiempo conformaron nuevamente el resguardo de Tóez. A los 14 años de edad, en su colegio, la Institución Educativa Etnoeducativa de Tóez, empezaron a darse sus brotes de liderazgo.


“Empecé como representante de grado, luego como personero y después luego gobernador estudiantil. Posteriormente, pasé al cabildo”, recuerda Eduin, sobre sus primeros pasos asumiendo la vocería para representar y buscar mejores condiciones para otros.

Amplia trayectoria en corto tiempo

En el año 2002 desempeñó su primer cargo comunitario como Fiscal Menor del cabildo de Tóez.”Debía estar vigilante prácticamente de todo: que las tareas asignadas se cumplieran en horario y atención a la gente, en convocatoria para asambleas, revisar si las cuestiones estaban en orden”, recuerda. 


Posteriormente ingresó a las áreas de planeación (2003) y jurídica (2006-2007) del cabildo. Paralelamente, empezó a estudiar Derecho Propio, también conocido como Derecho de los pueblos indígenas, en la Universidad Autónoma Indígena e Intercultural (UAIIN).


Tras obtener su título, trabajó de 2007 a 2010 ofreciendo acompañamiento jurídico tanto a víctimas del conflicto armado como a victimarios. Eso le permitió conocer de cerca las dos caras de una moneda, en donde, en muchas ocasiones, dichos victimarios resultaron siendo miembros de las comunidades que fueron reclutados de manera forzada.


“El contraste de las víctimas y victimarios —que han vivido otras situaciones— me ayudó mucho a formar la sensibilidad a la hora de acompañar a estas personas y sus situaciones. No es fácil hacer una construcción de sensibilidad y tener elementos para escuchar a las víctimas”, recuerda.


En los siguientes tres años ocupó el cargo que definió gran parte de su vida y terminó de forjar su liderazgo relacionado con la defensa de las comunidades indígenas y sus territorios ancestrales. Asumió la coordinación del Sistema de Monitoreo de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la Acin.


En su paso por ese cargo, lideró la creación de un observatorio propio que documenta las agresiones que sufren comuneros, guardias y autoridades del pueblo Nasa por parte de actores armados; también las vulneraciones que padecen los cabildos a raíz de la guerra. Es denominado como “madeja” –el nombre dado por niños y niñas del cabildo de Huellas que en nasa yuwe es el nombre de un instrumento usado para hilar– y con el paso del tiempo se volvió un referente de información para organizaciones nacionales que monitorean violaciones de derechos humanos, como el Programa Somos Defensores e Indepaz.


“Eso fue una iniciativa personal, tras analizar que nuestras autoridades eran muy fuertes políticamente pero muy débiles técnicamente. Y en términos de defensa de derechos humanos, siempre dependíamos de los análisis técnicos de otras instancias como la fuerza pública, la policía y otras entidades del Estado”, explica Eduin.


”Nos hacía falta la creación de una estructura técnica que vigilara lo que nos pasaba, que hiciera sus propias reflexiones y que sacara sus propias estadísticas, para que las reflexiones políticas se basaran en elementos técnicos construidos desde las comunidades y recogidos por comuneros indígenas, para conceptualizar nuestras propias formas de ver la afectación que produce el conflicto armado” dice.


En 2014, antes de cumplir los 30 años, dejó la coordinación del Sistema de Monitoreo y volvió al lugar donde empezó a forjarse su liderazgo, pues su comunidad lo eligió como gobernador, o autoridad tradicional, del resguardo de Tóez.


“Seguía siendo bastante joven para las responsabilidades que implican ese cargo, pero fue una experiencia muy determinante, en la medida en que asumes la responsabilidad de direccionar a un colectivo. Hay responsabilidad legal y política, ya que toca tomar decisiones, revisar presupuestos, hacer planeación, conducir a la comunidad, solucionar problemas. Fue un año bastante movido”, dice con satisfacción. 


En 2015 volvió a trabajar de cerca con víctimas del conflicto armado. Esta vez como promotor político del Programa Regreso a Casa de la Acin , dedicado a la desvinculación y atención a niños, niñas, adolescentes y jóvenes víctimas de reclutamiento forzado. En ese cargo también estuvo durante un año.


Posteriormente, volvió al Tejido de Defensa de la Vida y los Derechos Humanos de la Acin . Esta vez ya no como líder de su observatorio, sino como coordinador . Y asumió ese cargo durante un periodo agridulce, pues le tocó el desescalamiento del conflicto que vivió Cauca gracias a la firma del Acuerdo de Paz con las Farc en 2016, y el rápido surgimiento de nuevos grupos armados que empezaron a disputarse los territorios de la extinta  guerrilla.


En 2019 dejó la Coordinación del Tejido de Defensa de la Vida, en gran parte, por quebrantos de salud producidos por el acoso que sufrió por su labor en defensa de los derechos humanos y por advertir que el posconflicto sería más difícil que los tiempos de guerra. Las disidencias y rearmados de las antiguas Farc carecían de formación política y no respetaban a las comunidades, dice. Eduin se tomó un par de años para sanarse espiritualmente y retomar fuerzas. 


Entre 2021 y 2023 fue designado como uno de los consejeros mayores del Cric, en representación de la zona norte del departamento. En ese cargo estuvo al frente del Sistema Indígena de Gobierno Propio, que promueve, defiende, impulsa y conceptualiza la dinámica política de los pueblos indígenas de Cauca, desde el nivel local al nacional.


Llegó al Cric por designación de las comunidades del norte de Cauca. “Ese apoyo es el reflejo de los cuatro años de trabajo con las comunidades en territorio (en el Tejido de Defensa de la Vida), de visitarlas, de ver sus problemas, de caminar, de dormir con ellas, de apoyar a las autoridades y a la Guardia Indígena. Acá, la gente se gana la confianza basada en hechos y en el trabajo que hagas. Y se refleja en el respaldo posterior de las autoridades”, explica.


Desde el pasado mes de diciembre regresó al área que más le apasiona: la defensa de derechos humanos, pero ya no desde la Acin, sino desde el Cric, velando ya no sólo por los Nasa, sino por los 11 pueblos indígenas que habitan el departamento de Cauca.

Los efectos de la estigmatización

“No sólo yo, todo el movimiento indígena del departamento de  Cauca ha sufrido estigmatización por parte de todos los extremos”, responde Eduin al ser preguntado si ha recibido señalamientos por defender los derechos humanos durante más de dos décadas.


Y complementa: “Eso es complicado. Nos tratan desde indios cocaleros, hasta indios guerrilleros; que todo lo queremos regalado; que somos aliados del narcotráfico, de la guerrilla o que somos comandantes de la guerrilla. Y del otro lado también: ‘Que somos aliados del gobierno o que somos parte de la inteligencia de la fuerza pública’”.


Indica que las estigmatizaciones más complicadas son las provenientes de los actores armados y del mismo Estado: “Las de actores armados han implicado complicaciones en términos de seguridad. En lo personal ha significado asedios, amenazas, intimidaciones, retenes en el camino y atentados”.


Sobre esta situación, recuerda que cuando un grupo armado dice que los indígenas o su Guardia son del ELN o de las Farc, automáticamente se generan repercusiones en el acceso a los territorios. “Cuando eso ocurre, no podemos ingresar solos (las autoridades indígenas) y nos toca hacerlo con más comunidad y con más guardias indígenas. Si entramos, siempre hay una vigilancia extrema por parte de los actores armados”, indica.


En cuanto a efectos de señalamientos del Estado, cuenta que están relacionados con limitación de acceso a la información, asedio en la movilidad y desdén de las instituciones a la hora de cumplir con sus deberes. 


A nivel general, advierte que la estigmatización produce “una zozobra, un miedo, un estado psicológico de persecución, que uno siente en algunos momentos, cuando las cosas están bastante complicadas. Y eso afecta en lo personal y en lo familiar. A veces uno se siente perseguido, amenazado, señalado, que hay riesgo alrededor”.


Y recuerda los problemas que vivió por culpa de ese asedio, cuando su nombre y el de otras autoridades indígenas, aparecieron en un panfleto de las Farc que los amenazaba de muerte, justo cuando estaban negociando con el gobierno de Juan Manuel Santos en Cuba.


“Desde La Habana dijeron que ese documento era apócrifo, que era falso. Pero luego nos dimos cuenta de que era una estrategia de los actores armados de acá para generar temor pero también para desconectarse de responsabilidades. O sea, sí había un nivel de responsabilidad de esta gente, porque empezaron a asesinar a personas del listado. Se fueron consolidando las amenazas a quienes nos acompañan en el ejercicio de defender los derechos humanos”, recuerda.


Zapata, del Tejido de Defensa de la Vida de la Acin, recuerda que esa situación y otros señalamientos que sufrió Eduin, le produjeron afectaciones de salud: “En ese escenario de querernos entorpecer nuestro proceso, lo empezaron a señalar y a decir que (la) Guardia Indígena estaba armada, que él estaba permitiendo eso. Cosas de ésas fueron de las que empezó a cargarse. De tan humano que es, no le contó a nadie y empezó a cargarse solito, hasta que su mismo cuerpo le avisó y se enfermó completamente”.


Al respecto, Eduin indica que el impacto emocional acumulado le generó un proceso de desarmonía en su salud: “Eso lo viví por todo el asedio que se dio. Sin embargo, busqué ayuda y me sirvió para controlarlo un poco, porque todavía se mantiene y esa es la realidad. Pero en algunos momentos uno puede exacerbar ese tipo de emociones”.


A pesar de todos esos costos, este defensor de los pueblos indígenas no renuncia a su labor, pues siente que debe mantener ese legado que con el paso del tiempo han construido las comunidades y sus antecesores.


Finaliza con otro factor: “Desafortunadamente, hay varios elementos que son complicados y que de alguna forma motivan a seguir en la defensa de la vida y de los derechos humanos. Son esos sentimientos de búsqueda de justicia y de poder mejorar las condiciones, la necesidad de que los niños puedan estar bien en su territorio o la satisfacción de otros al ver que sus hijos están creciendo en un territorio con algún nivel de seguridad”.

Si conoce algún caso de desinformación y estigmatización contra personas defensoras de derechos humanos, envíelo al correo contacto@verdadabierta.com para ser analizado por el equipo de VERIFICO e incluirlo en su base de datos.

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