“Colectivos Indígenas ancestrales”

En redes sociales estuvo circulando un video donde se observan miembros de una de las Guardias Indígenas formada en filas. Se ve claramente que es un evento público; hombres y mujeres con sus uniformes representativos, predominando los colores verde y amarillo, levantan, al mismo tiempo, bastones que tienen cintas con los mismos colores. Este video se prestó para diferentes interpretaciones en redes sociales, generando estigmatización, engaño, desinformación y comparaciones que tienen tintes absurdos, por ejemplo, que las guardias indígenas son ejércitos.

El 17 de febrero David Ghitis, columnista de RCN Televisión y quien tiene más de 220 mil seguidores en la red social X, publicó un mensaje en el que señaló a esa Guardia Indígena de ser “Colectivos Indígenas ancestrales”, que son entrenados, adoctrinados, uniformados y pagos por el Estado.

Lo anterior no es cierto porque la Guardia Indígena es una organización humanitaria y pacifista creada por esos pueblos originarios para proteger los territorios que la Constitución Política les reconoce como propios. Es una iniciativa que nació de su derecho al gobierno propio y no está subordinada al Estado.

El mensaje de Ghitis fue visto por casi 30 mil personas y tuvo un poco más de mil interacciones. Entre ellas se dieron más mensajes de desinformación y estigmatización contra la Guardia Indígena.

En alusión a su mención de “Colectivos Indígenas ancestrales”, algunos usuarios hicieron referencia a los denominados colectivos chavistas que, supuestamente, por medio de la violencia, defienden al actual gobierno de Venezuela. “Están montando el aparato cívico-militar- electoral del chavismo”; “La milicianización”; “Es guerrilla indígena, las cosas por su nombre”; entre otros.

El video de esa Guardia Indígena se viralizó con más mensajes de desinformación y estigmatización. Entre sus principales emisores también están el expresidente de la República Álvaro Uribe y el sociólogo Hugo Acero.

La Guardia Indígena, una de las más estigmatizadas

Ante todo este panorama de desinformación, VERIFICO habló con Luis Alfredo Acosta, Coordinador Nacional de la Guardia Indígena, que está asociada a la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic), quien aclaró que ese video que circula es de uno de los resguardos indígenas del municipio de Mistrató, Risaralda, grabado en un evento el 4 de febrero, en el que se entregó bastones de mando a comuneros y comuneras destinados específicamente a la función de cuidado ambiental de los resguardos del municipio. 

El video salió de una cuenta deTik Tok de un joven que pertenece a la Guardia Indígena de Risaralda, el cual sólo alcanza 17 mil reproducciones. El video está acompañado con el himno de la Guardia Indígena. Por lo tanto, estas imágenes no pertenecen a ningún batallón, no están adiestrados, adoctrinados o pagados por el gobierno, y mucho menos son del departamento de Cauca. 

Frente a la desinformación que circuló en redes sociales, el Consejo Regional Indígena de Risaralda (Crir), que agrupa doce autoridades indígenas en ese departamento, hizoaclaraciones públicas en las que dice que la Guardia de Risaralda recibió chalecos, gorras y pañoletas por parte de un convenio con la Corporación Autónoma Regional de Risaralda para fortalecer sus procesos. Además, explica el Crir que la Guardia Indígena en Risaralda “es un componente fundamental de las comunidades, del gobierno propio a nivel local y nacional; desempeña un papel crucial en varios aspectos de la vida indígena y en la defensa de sus derechos, en la protección de los territorios ancestrales, en la lucha por la preservación cultural”.

Luego, la Onic también sepronunció frente a los mensajes estigmatizantes del expresidente, invitándolo a conocer de cerca el ejercicio organizativo. “Nuestra Guardia Indígena es una guardia de paz que tradicionalmente se ha conformado para protegernos la vida, el buen vivir y de los ataques que los violentos armados han cometido en nuestra contra”, dijo.

Exigen al exmandatario que se retracte de sus declaraciones “que ponen en riesgo nuestra labor organizativa indígena”. Acosta, el Coordinador Nacional de la Guardia Indígena, dice que todos esos mensajes hacen parte de una acusación infundada, fruto de los prejuicios que se tienen contra los pueblos indígenas. Ve con gran preocupación los señalamientos del expresidente Uribe.

“Su influencia sobre un número significativo de la sociedad colombiana lleva a justificar concepciones y acciones por parte de estos contra los pueblos y comunidades indígenas, esto incluye que se aprueben los eventos contra la vida y la integridad que ya padecemos en los escenarios de la guerra que ocurren en nuestros territorios” dice.

En cuanto a que las comunidades indígenas son obligadas por los grupos armados a sembrar coca o a delinquir, dice Acosta que es una aseveración que no se corresponde con la realidad. “Es simplemente una muestra de su gran ignorancia frente a nuestras culturas y de odio a nuestros usos y costumbres”.

Además, expresa Acosta que resulta ofensiva la comparación de la Guardia Indígena con cualquier grupo armado. “De ninguna manera son comparables. La Guardia Indígena surge de la decisión de los pueblos indígenas y de sus autoridades tradicionales, no portamos armas y nuestro mandato es proteger y cuidar. El día que la Guardia infunda miedo, nos habrán derrotado, nos habrán vencido, porque nosotros somos una proclama de amor y vida, nunca de muerte”.

Por todo lo anterior, Acosta invita a los medios de comunicación a que divulguen la realidad de la Guardia Indígena que protege los 115 pueblos indígenas del país y que pare la estigmatización porque los sigue poniendo en riesgo. “Somos un componente, dentro de las acciones milenarias, de autoprotección colectiva de los pueblos indígenas para salvaguardar la vida. El componente espiritual, las acciones preventivas y defensoras grupalmente, etc., son en su conjunto las formas históricas en que resistimos. No atacamos, como nos ve en el delirio Uribe”.

La estigmatización alimenta y valida diferentes escenarios de violencia contra quienes ejercen la defensa de los derechos humanos; el sector indígena es uno de los más afectados por esa violencia. Según registros del Programa Somos Defensores, entre enero de 2002 y septiembre de 2023 fueron asesinados 331 lideresas y líderes indígenas, entre ellos autoridades tradicionales y miembros de la Guardia Indígena.