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Cauca
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Estado Mayor Central de las Farc
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Mensajes por redes sociales, que provienen del Estado Mayor Central (Emc), siguen ampliando la estigmatización contra los procesos indígenas que llevan décadas tratando de mantener en pie.
Al asociarlos con otros actores armados ponen en riesgo sus vidas y sus procesos organizativos, además que los siguen victimizando dentro de sus propios territorios.
Líderes indígenas del norte de Cauca piden que haya diálogo para resolver problemáticas y que se preste atención a la crisis humanitaria en esta región.
12 de junio de 2024 * Colombia
Un perfil en la red social X llamado Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, que sería de las disidencias de las extintas Farc conocidas como Estado Mayor Central (Emc), el 15 de mayo hizo una publicación donde estigmatiza a la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acin).
“Las FARC-EP no inventamos nada, la instrumentalización de las guardias indígenas por grupos armados y fuerzas militares rechazadas por nosotros y apoyadas por algunos dirigentes indígenas viene de tiempo atrás. Dos pruebas. Negar fenómeno no permitirá superarlo”.
Las pruebas a las que se refieren son dos imágenes. En la primera hay seis fotos; tres de un joven con insignias de la Guardia Indígena y las otras tres del mismo joven vestido con camuflado. Arriba de las fotos tiene la siguiente leyenda: “Edwin Campo: Miembro de la guardia indígena y la Segunda Marquetalia en Caldono-Cauca”.
En la segunda imagen hay una serie de elementos en el suelo, entre ellos, un fusil, un uniforme militar y dos pañoletas de la Guardia Indígena de Cauca. En la parte superior de la imagen se lee: “Material recuperado al ELN, en el que se encuentran símbolos de la guardia indígena. (¿Por el día guardias y por la noche guerrilleros?)”.
Esa publicación alcanzó las 16.300 visualizaciones y tuvo 104 interacciones. Entre ellas, algunos comentarios que ampliaban la estigmatización contra la Guardia Indígena, señalándola de ser supuesta aliada del Eln
Para Germán Valencia, consejero mayor de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acin), esta publicación hace parte de un estigma generalizado. “Siempre nos han dicho, para justificar su violencia y los hechos que cometen, que nosotros hacemos parte de uno u otro actor armado”, dice Valencia, y explica que cuando estaban las anteriores Farc y sentaban posición frente a ellos, les decían que eran mandados por el gobierno y por el Ejército.
Y en la actualidad ese estigma ha ahondado más con los diferentes actores armados que hacen presencia en el norte de Cauca. Frente a la instrumentalización de la que se habla en esa publicación, Valencia afirma que sí son instrumentalizados por todos los grupos “especialmente ellos (Emc), con el reclutamiento forzado. Yo creo que llevarse a los menores de edad para hacer parte de esa guerra, es una demostración de que sí nos están instrumentalizando”.
Valencia cree que esos mensajes del Emc son en respuesta a ladenuncia que hizo la Acin sobre los 817 casos de reclutamiento forzado registrados entre el 1 de enero de 2020 y el 30 de abril de 2024. “Eso para nosotros es muy grave, y tiene ese propósito de desviar el debate que hoy hemos puesto a nivel nacional. Con eso nos dan la razón sobre la instrumentalización por parte de ellos hacia menores de edad. Y también nos dan la respuesta cuando nosotros decimos de que están cooptando los procesos organizativos”, dice Valencia.
Por esa publicación del Emc en X, que sigue poniendo en riesgo a las comunidades indígenas del norte de Cauca, la Acin publicó unacarta abierta donde le dice que de manera sistemática los han acusado de tener nexos con el Eln, incluso difunden el rumor de que las autoridades, las asociaciones zonales o el Consejo Regional Indigena del Cauca (Cric) están aliadas a esa organización armada para ir en contra suya.
“No solo desmentimos esos chismes, sino que además creemos que esa forma de justificar lo injustificable responde al interés de manipular (...) a la comunidad para que no cuestionen sus crímenes y empecemos a señalarnos unos con otros”, se lee en la carta.
Además, le recriminan que en los últimos cuatro años disidencias de las Farc han hecho 225 amenazas a miembros de sus comunidades, 112 amenazas indiscriminadas y 214 hostigamientos a bienes civiles como casas y escuelas, entre muchas otras acciones en contra de la población civil como desapariciones, asesinatos, reclutamientos. “Hablamos de por lo menos 1.777 acciones contra las comunidades Nasa del norte del Cauca”.
En la carta le reprochan por su accionar que está dirigido contra la gente, contra la organización indígena, autoridades, menores de edad y no contra el Estado al que dicen enfrentar. “Lo que han hecho últimamente con nosotros no responde a hechos casuales o daños colaterales, por el contrario, trazan una línea de violencia sistemática contra las comunidades organizadas”.
Estas comunidades tuvieron expectativas y hasta un poco de esperanza con el proceso de paz que se adelantó con el Emc en ese departamento y con el cese al fuego, pero no duró mucho, se rompieron los diálogos por lo que aumentaron los ataques contra los indígenas como forma de presión.
En esta región del departamento hay una reconfiguración de la violencia. Hacen presencia el Emc con los frentes Jaime Martínez y Dagoberto Ramos, está la Segunda Marquetalia y el Eln. “Entre todos ellos hay una disputa territorial y social y eso nos afecta. Puede verse reflejado en el incremento de hechos conflictivos y eso es lo que nosotros denunciamos todo el tiempo”, afirma Valencia.
El informe “desarmonías” territoriales en el norte de Cauca, realizado por la Acin, documentó que entre el 1 de enero y 30 de abril del 2024, ocurrieron 39 homicidios, 32 reclutamientos y 29 amenazas contra comuneros y líderes indígenas.
Precisamente, una de las denuncias que hay en el informe es que las amenazas, las retenciones, las persecuciones y las intimidaciones están estrechamente ligadas y van enfocadas contra la Guardia Indígena, como ha sido una constante por lo menos en los últimos siete años. “El hostigamiento permanente a la labor de la Guardia por parte de los grupos armados es una estrategia de desgaste que pretende desestimular el trabajo comunitario de protección territorial”, dice el informe
VerdadAbierta.com verificó que entre el 1 de enero y el 20 de mayo del 2024, en todo el departamento hubo 13 asesinatos de líderes sociales, tres asesinatos de excombatientes firmantes del Acuerdo de Paz, cinco asesinatos de agentes de la Fuerza Pública, 2.000 personas desplazadas y más de 500 confinadas.
El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) registró cuatro masacres que dejaron 14 víctimas. La violencia ha llevado a miles a abandonar sus territorios en desplazamientos forzados individuales y masivos. (Lee más en: Cauca arde en medio de incertidumbre de la paz total)
El suroccidente de Colombia fue la región con más hechos de agresiones contra líderes en 2023, y Cauca ocupó el primer lugar con 193 hechos. De esos, 122 fueron a liderazgos indígenas, incluyendo 15 asesinatos, 87 amenazas, 16 atentados, una desaparición forzada, un secuestro y 2 desplazamientos forzados, dice el informe anual de 2023 del programa Somos Defensores. El total de asesinatos de personas de defensoras de derechos fue de 33, la mayor cantidad del país.
Dice Valencia que los grupos armados ven a la Guardia Indígena como un enemigo más, y por eso, en la carta al Emc hacen la pregunta: “¿Contra quién es la guerra? A muchos guardias los están asesinando, los están persiguiendo, y diríamos que los han llegado hasta a cooptar de distintas maneras”.
El consejero mayor de la Acin insiste en que la Guardia Indígena para ellos es su forma de protección, de autoprotección del territorio, de la comunidad y del proceso organizativo. “Nosotros siempre hemos hecho el ejercicio de control territorial y lo reforzamos desde el asesinato de la Mayora Carmelina, por lo que Toribío, San Francisco y otros resguardos del norte del Cauca se han declarado en ejercicio el cuidado del territorio, de la vida y de la organización”.
El asesinato de la Mayora Carmelina Yule, quien hacía parte de la Guardia Indígena, sucedió en Toribío el 17 de mayo en un ataque armado del Emc. Su funeral también fue atacado por el mismo actor armado con ráfagas de fusil contra la caravana que la acompañaba.
Para Valencia, eso demuestra la degradación de la violencia y la degradación de las disidencias. “A nadie le cabe en la cabeza de que nos asesinan a una Mayora y después van y hostigan su traslado desde Santander de Quilichao a Toribío. Y cuando llegamos allá al territorio después del funeral, la forma de recibirnos fue con otro hostigamiento”.
Esas comunidades tienen temor por la reacción de estos grupos contra las personas y sus líderes. Estas situaciones las han denunciado desde años atrás, cuando las antiguas Farc estaban en su proceso de reincorporación y los territorios estaban siendo tomados por otros actores armados. “Ese es el temor que tenemos hoy, y creo todos estos mensajes contra nosotros van hacia debilitar el proceso indígena”, recalca Valencia.
Entre el 14 de enero del 2016 hasta el 31 de marzo del 2024
Asesinatos en todo Cauca
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