|
Cauca
|
Estado Mayor Central de las Farc
Unidad de análisis de Verifico
Te ahorramos tiempo y ponemos La lupa en lo clave...
Nuevos panfletos con amenazas contra la Guardia Indígena circulan en el norte de Cauca, declarándolos objetivo militar.
Líderes y organizaciones ven con preocupación que se sigan repitiendo los patrones de estigmatización que terminan en asesinatos.
Las comunidades insisten en que la Guardia Indígena es un mecanismo de autoprotección en los territorios y que las amenazas atentan contra su autonomía.
21 de noviembre de 2025 * Colombia
El Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric) denunció a través de un comunicado que el 5 de noviembre circuló por redes sociales, entre ellas Whatsapp, un panfleto que asegura que proviene del Frente Dagoberto Ramos del Estado Mayor Central, de las disidencias de las Farc, donde hacen una “Advertencia de muerte a guardias que cordinan (sic) con elenos y frente 57”.
Después de esta frase, hay una franja dividida en seis cuadros; en el primero está la bandera del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y en los cinco siguientes, fotografías de los rostros de diferentes hombres. El panfleto dice que quienes están en esas imágenes “son los principales cabezas de la guardia indígena que son aliados con los paramilitares del eln, frente 57 en varios lugares del cauca (sic)”. El Frente 57 es otra disidencia de las Farc que se viene reconfigurando allí desde el año 2024.
La amenaza acusa a estos cinco hombres de coordinar acciones militares para capturar a miembros del Frente Dagoberto Ramos, de generar propaganda de odio contra ellos, quitarles sus armas para “permitir el avance de estas facciones con la excusa de control territorial”. También los culpabiliza de las muertes de otros miembros de la comunidad. Dice que ya han buscado diálogo con la dirigencia o cabildos para que tomen medidas pero que no hay respuestas claras.
“No respondemos de aquí en adelante las caídas de esta clase de dirigentes (...) los señores de las imágenes son las cabezas que daremos de baja”, dice la amenaza y los declaran objetivo militar.
El Cric dice que cuatro de los hombres que aparecen en las imágenes son coordinadores de la Guardia Indígena y uno es comunicador, guardia y exautoridad en el territorio indígena Çxhab Wala Kiwe (territorio del gran pueblo) en el norte de Cauca.
Además, asegura el comunicado que es falso el señalamiento de que la Guardia Indígena sea colaboradora de grupos armados y eso “representa un hecho sumamente grave que pone en alto riesgo la vida y la integridad física de ellos y del proceso colectivo. Las dolorosas experiencias del pasado, así como los patrones de la violencia contra el movimiento indígena y los sectores populares, demuestran que estos señalamientos han resultado en la muerte y atentados”.
El que grupos armado ilegales señalen a las comunidades indígenas y sus organizaciones de esa región del país de tener supuestos nexos con sus enemigos, es una práctica que se está volviendo costumbre. En junio del año pasado verificamos otra publicación en la red social X del Estado Mayor Central de las Farc, en la que acusó a la Guardia Indígena de ser supuestamente instrumentalizada por la guerrilla del ELN.
Desde la firma del Acuerdo de Paz en 2016, el norte del Cauca sólo tuvo un año de esa paz tan anhelada, pues en 2017 entró el Ejército Popular de Liberación (EPL) con su Frente Andrey Peñarana y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) a disputarse las economías ilícitas de este territorio. En 2018 arribó el Frente Dagoberto Ramos a la zona, que no ha parado de amenazar, estigmatizar y asesinar a integrantes de la Guardia Indígena y a sus autoridades, como lo documentó la Defensoría del Pueblo en la Alerta Temprana Nº 035 - 18. Desde entonces, la Defensoría ha emitido 23 alertas para este departamento, de las cuales 15 son estructurales y ocho inminentes.
Eduin Mauricio Capaz, actual coordinador de Derechos Humanos del Cric, dice que ese panfleto hace parte de la agudización del conflicto, “en medio de varias acciones de desarmonía territorial, como lo llamamos nosotros. Se da en un contexto también de una utilización de panfletos como una estrategia de estigmatización y como una estrategia que antecede la eliminación de personas”.
Afirma Capaz que la situación es grave y que según el Observatorio de Derechos Humanos del Cric, entre 2019 y 2024 han circulado 185 panfletos con amenazas en los territorios indígenas de Cauca, en los que hay 335 personas señaladas y la Guardia Indígena encabezó la lista de los procesos organizativos considerados objetivo militar.
“Primero se señala, luego se estigmatiza, después se amenaza para finalmente consolidar o concretar este tipo de amenazas mediante la ejecución de atentados, muchos de ellos que han terminado en muertes”, dice Capaz, y agrega que entre 2019 y 2025, al menos 43 guardias han sido asesinados.
“Por eso nuestro temor y por eso nuestra puesta en alerta de todo”, dice.
Además, el observatorio del Cric, que coordina Capaz, registró entre 2022 y 2024, 2.355 víctimas indígenas de vulneraciones a los derechos humanos en Cauca. Mientras que en lo que va de 2025, se cuentan 364 víctimas, de las que 29 recibieron amenazas y 37 fueron asesinadas.
A finales de septiembre, el Frente Dagoberto Ramos envió una notificación formal a los resguardos del norte de Cauca, quienes realizaban una asamblea, diciendo que “reafirmamos nuestra posición política de respeto a las comunidades indígenas, su cultura y tradiciones (...) (pero) nos es imposible cumplir con una definición de retiro de personal, logística y armamento”, argumentando que no corresponde a sus objetivos políticos y militares.
Capaz hizo la denuncia en redes sociales de esta situación con el siguiente mensaje: “Dos panfletos amenazantes contra el movimiento indígena, uno frentero otro solapado. Un mismo actor que ya del cual las comunidades conocen sus formas de actuar”. Explica el líder del Cric que habló de mensajes solapados porque “de alguna forma intentan ocultarse bajo panfletos anónimos, pero que tienen la misma intención, que circulan por la misma jurisdicción donde están nuestros compañeros y han utilizado los mismos lenguajes de antes para señalar a los ejercicios de la Guardia”.
El panfleto que amenaza a los cinco integrantes de la Guardia Indígena llegó 15 días después de que las comunidades rescataran a dos menores de edad de 14 y 15 años que habían sido reclutadas por ese actor armado. Allí se presentaron ataques contra comunidades indígenas de la región.
Dice Capaz que la organización indígena “no ha escatimado ningún esfuerzo ni ninguna voz en rechazar todo acto que vaya en contra de la niñez. Ahí se intenta hacer acciones de prevención, acciones de atención. Y hay que recordar que van más de 700 casos similares desde 2022 a 2025”.
Agrega que las comunidades indígenas “tienen cansancio de que se utilicen a los niños, se utilice el movimiento indígena, se utilicen las personas para causar guerra. Pero también hay una terca idea de quedarse en el territorio, de mantenerse en paz, de querer recuperar sus tradiciones, de querer ser libres en su territorio, y esos ideales se convierten en condiciones que la gente ha ido transformando en mandatos, en orientaciones. Y eso es lo que se lucha”.
Ante las amenazas y señalamientos a la Guardia Indígena, todas las organizaciones de este territorio rechazan las acusaciones de “colaboración con cualquier actor armado”. Reiteran que la Guardia Indígena “es un proceso colectivo no violento y de autoprotección conformado por mayores, mayoras, hombres, mujeres, niños y niñas cuyo mandato es la defensa de la vida y del territorio, con el fin de permitir que los pueblos indígenas puedan vivir en armonía con la Madre Tierra. No queremos que nuestros territorios se bañen en sangre, seguiremos resistiendo”, dice el comunicado del Cric.
Entre el 14 de enero del 2016 hasta el 31 de marzo del 2024
Asesinatos en todo Cauca
Género
Étnico