Grupos armados hostigan a comunidades indígenas en Ricaurte, Nariño

El gobernador del resguardo indígena Inkal Awá Libertad de Telembí, del municipio de Ricaurte, Nariño, Albeiro Nastacuás, denunció el 28 de agosto mediante un comunicado que fue amenazado por grupos armados ilegales que hacen presencia en su territorio. La amenaza llegó por medio de un panfleto donde lo declaran objetivo militar al igual que a su comunidad.

Dice el comunicado del resguardo indígena que la presencia de los grupos armados en el territorio de Nariño y en los diferentes resguardos indígenas “continúa atentando contra la pervivencia de nuestros hermanos Awá. La vulneración sistemática a los derechos humanos ha incrementado el riesgo de exterminio físico y cultural del pueblo Awá”.

Nastacuás no está dentro del resguardo porque ha tenido que desplazarse en varias ocasiones y es amenazado por los diferentes actores armados. Reside en Ricaurte, donde también recibió una amenaza de manera generalizada el 5 de septiembre, al hacer uso de la bomba de gasolina en el corregimiento de Llorente.

El frente Carlos Patiño del Estado Mayor Central (EMC) hizo circular un video por cadenas de Whatsapp donde aparece un hombre armado con fusil y una pistola, con su rostro cubierto y su vestido de camuflado al igual que el fondo de la imagen. Allí el hombre dice que no es una amenaza sino una advertencia para todos los habitantes del corregimiento Llorente, del municipio de Tumaco, y que conecta con el municipio de Ricaurte.

“Les hago un llamado a todo el personal de este corregimiento, en especial a todas la personas que se hacen llamar criollos, Marcos Realpe y a los de la bomba, que a partir de estos momentos son objetivo militar de este frente, por sapos y por meterse en lo que no debe. Desde este momento no respondemos por los resultados (...) para que sepan que nosotros no estamos jugando en estos momentos y desde ahora, el Frente Carlos Patiño está presente en este corregimiento”.

Dice Nastacuás que les han llegado amenazas por diferentes medios y modalidades. “Nos extorsionan y declaran objetivo militar por redes sociales, llamadas, por panfletos. Todo es por las actividades que realizamos con las comunidades, porque tanqueamos los vehículos de UNP (Unidad Nacional de Protección) en la bomba, amenazan al escolta, nos prohíben la entrada al territorio o nos expulsan de él. Es una situación insostenible”.

El resguardo Libertad de Telembí que está ubicado entre los límites de los municipios de Ricaurte, Samaniego y Santa Cruz, no hace parte de la Unidad Indígena del Pueblo Awá (Unipa) ni del Cabildo Mayor Awá de Ricaurte (Camawari) por diferencias con estas organizaciones, por lo que están solos en el territorio y un poco aislados, como lo manifiesta Nastacuás.

Al preguntarle al gobernador indígena por los grupos armados que hay en esta zona del departamento de Nariño, dice que prefiere guardar silencio, pues ya fue amenazado en diciembre de 2023 por el frente Comuneros del Sur del ELN mediante un panfleto por haber denunciado el reclutamiento forzado de menores de su comunidad, el daño de un puente carreteable y el confinamiento al que los tienen sometidos. 

El panfleto dice: “Señor gobernador del cabildo indígena AWA libertad del telembi Albeiro nastacuas partir del momento se declara objetivo militar por nustras organización guerrillera se le da 12 horas para que abandone el departamento de Nariño ya que usted se está metiendo con nuestra organizaciones guerrillera y hablando en los medios de televisión (sic)”.

Dice Nastacuás que en esas situaciones toca proteger la vida pero también ve la necesidad de denunciar. “Uno no se puede nombrar mucho a estos grupos porque todo el tiempo estamos en la mira, pero sí toca dejar el precedente de que nos mantenemos bajo amenaza y zozobra en nuestros territorios, por eso no puedo decir de dónde vienen esas amenazas”.

No cesa la crisis humanitaria en los resguardos

Tras la firma del Acuerdo de Paz, ese departamento ubicado en el suroccidente colombiano, sigue siendo uno de los epicentros del conflicto armado en el país. En Ricaurte hacen presencia una gran variedad de grupos armados como la Segunda Marquetalia y frente Carlos Patiño del EMC, el ELN con el Frente Comandos del Sur, además de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).

En el informe anual Puntos Suspensivos del Programa Somos Defensores, en 2023 el departamento de Nariño fue el tercero con más agresiones contra líderes sociales y defensores de derechos humanos con 67 hechos en 12 municipios, de los cuales 28 fueron amenazas y 16 asesinatos. En Ricaurte, cuatro integrantes de la Guardia Indígena fueron asesinados. Las minas antipersonal representan otra amenaza.

En noviembre de 2023 la situación humanitaria se recrudeció en Ricaurte, especialmente en el resguardo Libertad de Telembí, cuando 650 de las 890 personas integrantes del resguardo tuvieron que salir desplazadas por el accionar de los grupos armados como enfrentamientos y amenazas. Dice Nastacuás que poca gente ha podido retornar y hoy está casi desolado.

“La gente sigue albergada en Samaniego y Ricaurte, aguantando hambre. Los pocos que han podido entrar encuentran sus casas abandonadas, a empezar de cero y sin las garantías para permanecer. No hay centro de salud, el más cercano está en Samaniego porque ir a Ricaurte tarda más de un día. No llega profesor a la única escuelita. No tenemos apoyo humanitario”, dice.

El pueblo Awá, que habita en Nariño, Putumayo y una pequeña parte en Ecuador, ha sufrido la arremetida de los grupos armados y el abandono estatal. El hecho más reciente fue el asesinato de tres jóvenes de Barbacoas el 31 de agosto, denunciado por la Unipa como un hecho preocupante. “Nuestros jóvenes no pueden vivir en paz ni morir de viejos, sino que sean otros, ajenos a nuestro territorio, quienes decidan cuándo deben morir, sin existir mayor razón que una guerra que no nos pertenece”, se lee en el comunicado.

Desde 2009, la Corte Constitucional en el Auto 004, advirtió sobre la situación de vulnerabilidad de esta comunidad ancestral y su riesgo de extinción. “El pueblo Awá ha sido afectado por varios factores estructurales que en su conjunto amenazan su integridad étnica: altas migraciones de no indígenas (afrodescendientes, colonos, mestizos y campesinos) al territorio; la llegada de la coca, el narcotráfico y las fumigaciones; la violencia extrema del conflicto armado; y el desplazamiento forzado. Esta situación incide directamente sobre su tejido social y su integridad cultural”.

Y la situación no ha mejorado desde entonces; por el contrario, empeora. Y aunque el Ejército Nacional haga presencia en la zona, el pueblo Awá siente que no es garantía para la defensa de la vida, sino que los pone en estado de indefensión y exposición al conflicto armado.

“Nosotros, como comunidades indígenas, pedimos al gobierno nacional protección a la vida, a las comunidades, los derechos de los niños y que podamos realizar las actividades en el territorio, que se resuelvan las necesidades que por décadas padecemos en los territorios”, dice Nastacuás.

Además, el líder indígena dice que en sus comunidades desean que haya paz y respeto por la Guardia Indígena que es la que defiende el territorio, la cultura, la autonomía. “Nosotros no somos para la guerra, nosotros somos para la paz, que podamos vivir tranquilos, salir a pescar o cazar sin pararnos en ninguna mina antipersona, que ningún grupo armado nos amenace o nos asesine”.