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La defensa de derechos humanos y el activismo en Colombia es foco de estigmatización por parte de sectores políticos y medios de comunicación.
Algunos espacios informativos replicaron narrativas estigmatizantes en contra de Juan Camilo Villalobos, activista proPalestina, sin contrarrestar.
Esa información conllevó a amenazas y acusaciones contra el defensor de derechos humanos, quien teme por su vida y la de su familia.
31 de octubre de 2025 * Colombia
El 1 y 2 de octubre manifestantes en Bogotá y Medellín se unieron a movilizaciones a nivel mundial en protesta contra la interceptación de la Global Sumud Flotilla que llevaba ayudas humanitarias a Gaza. Las marchas en las dos principales ciudades de Colombia terminaron en disturbios contra la Asociación Nacional de Industriales (ANDI) y varios comercios.
Inmediatamente salieron algunos políticos y medios de comunicación a señalar a algunas personas de que eran las responsables de estos ataques a locales comerciales en el centro de la capital. El concejal de Bogotá Daniel Briceño, del Centro Democrático, publicó en X dos trinos donde asegura que Juan Camilo Villalobos, vocero de la delegación colombiana de la flotilla quien convocó a las marchas, es contratista del gobierno, insinuando que la manifestación hizo parte de sus funciones laborales y fue responsable de generar disturbios.
Leer más en el verificado: Concejal Daniel Briceño acusó de hostigamiento al activista Juan Camilo Villalobos.
Estas dos publicaciones dieron pie para que algunos medios de comunicación informaran, como una verdad que no requería contrastación, de las palabras de Briceño sobre las acusaciones hacia el activista Villalobos.
La cuenta en X de Impacto 24/7 publicó un video el 3 de octubre donde dice que “Juan Villalobos, asesor de Petro, y cercano a alias 'Violeta' del ELN, coordina junto al mercenario mexicano Germán Trejo una estrategia violenta con banderas palestinas y la Primera Línea de la que hacen parte sus 'compañeras' Manuela Bedoya y Luna Barreto, capturadas por Israel. Petro, anticipando su derrota, activa sus células para sabotear las elecciones de 2026”.
Otros medios que replicaron dicha información de manera parcial fueron La Noche de NTN24, Red+ Noticias y Radio Guatapurí.
Además de los mensajes de Briceño y de las notas de los medios de comunicación, se desplegaron una serie de come ntarios que amenazan de muerte al activista, lo criminalizan y estigmatizan por la labor de defensa de derechos humanos que desempeña, lo señalan de pertenecer a grupos armados, como fue denunciado por la delegación colombiana de la Flotilla Global Sumud.
Por medio de un comunicado, esta organización resalta que le han llegado mensajes como “tenemos que darle de baja”, “neutralícenlo, “maten a ese hp”, “deben desaparecer ese hp”, “terrorista” y “miembro de Hamas”. “Estos mensajes constituyen una incitación directa a la violencia y ponen en riesgo real su vida y la de su esposa, configurando un grave acto de criminalización de la defensa de los derechos humanos”, dice el comunicado.
Este tipo de señalamientos en Colombia, contra quienes deciden liderar alguna causa, no son nuevos pero evidencian la estrategia de deslegitimar la protesta social que es genuina y está amparada por la Constitución Política, además de que incitan a agudizar los discursos de odio contra los que piensan diferente.
Con el tema de la defensa a Palestina, que ha sido una iniciativa mundial, en Colombia también se han creado comités que se movilizan y hacen activismo para apoyar a Gaza y es por ello que Villalobos entró a la delegación de la Global Sumud Flotilla tres meses antes de que esta saliera con más de 500 personas de 47 países a llevar ayudas humanitarias, para ser puente de conexión y apoyar toda la logística necesaria.
“Entré a la delegación de la Global después de llenar un formulario que salió del nivel central de la Global Sumud Flotilla, luego se contactaron conmigo, me hicieron unos filtros y yo autónomamente como ciudadano de la sociedad civil, sin tener absolutamente nada que ver con mi trabajo, pasé esos filtros y empecé a ejercer unas labores dentro de la de la Global de vocería, de enlace político y diplomático, también de elementos logísticos. Son dos cosas distintas, mi activismo no lo ejerzo a través de mi trabajo, ni mi trabajo lo ejerzo a través de mi activismo ni me pagan por hacer activismo”, dice Villalobos al referirse a las acusaciones que le hizo Briceño.
Villalobos es politólogo, tiene una maestría en análisis político y está haciendo un doctorado en ciencias políticas. Se define como activista y defensor de derechos humanos desde hace más de diez años y dice que esta es la primera vez que se ve involucrado en este tipo de escenarios de amenaza y estigmatización.
“Yo en este momento estoy trabajando en la Consejería Presidencial para los Derechos Humanos pero podría estar trabajando en alguna organización de derechos humanos o en alguna empresa privada y esto no tiene absolutamente nada que ver con mi activismo ni me pagan por eso; a mí me pagan por cumplir los objetivos y las obligaciones que aparecen en mi contrato y dentro de esas obligaciones ninguna está relacionada con ejercer mi activismo”, dice Villalobos.
Su contrato finaliza el 31 de diciembre de este año y está relacionado con la implementación de medidas y políticas públicas del Sistema Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario.
Frente a las movilizaciones del 1 y 2 de octubre, que fueron las que desataron toda esta cadena de estigmatización y perfilamiento, dice Villalobos que esos días había movilización mundial exigiendo que fueran liberados los barcos de la Flotilla que habían sido interceptados por Israel, donde iban dos activistas colombianas que hicieron parte de este movimiento a Gaza.
Diversas organizaciones de Bogotá que apoyan a Palestina se coordinaron para manifestarse frente a la ANDI, a quien cuestionan por tener vínculo económico directo con Israel y posicionarse públicamente contra el fin del TLC y el comercio de carbón hacia este país, aunque esto ha sido negado por el presidente de esa agremiación. “Fuimos con cacerolas, con banderas y nuestra voz a manifestarnos. Ya en la tarde, estando en mi casa, me enteré por las noticias de que fue atacado el Starbucks. Nosotros nos movilizamos pacíficamente dentro de las normas de la Constitución”, dice el defensor de derechos humanos.
El 2 de octubre Villalobos no se movilizó por todos esos perfilamientos y amenazas que se estaban dando en redes sociales y que se alargaron hasta el 5 de octubre con gran intensidad, generando zozobra y teniéndose que quedar encerrado por temor a que algo le pasara a él o a su familia. También buscó protección por parte del Estado para garantizar el derecho a la vida y la libre movilidad.
Para Villalobos la estigmatización y el perfilamiento en Colombia ha sido una estrategia histórica que busca quitarle sentido a la autonomía de las organizaciones sociales y a las comunidades. “El estallido social nos dejó unas enseñanzas y es que fue legítimo, fue popular, fue social, se dio en los barrios, en las comunas, en el campo, se dio en las universidades y nos permitió construir unos elementos de solidaridad social alrededor de la injusticia, del dolor por las violaciones a los derechos humanos”.
Dice Villalobos que es evidente “que han activado un mecanismo de estigmatización en el que buscan generar no solamente un clima temerario en mi contra sino que buscan mermar mi activismo. Voy a seguir movilizándome, voy a seguir luchando por la vida junto a mis compañeras de la organización que hacen parte de esta lucha por Palestina y en todos los otros procesos en los que también pueda participar como lo he hecho en otras ocasiones donde he dado mis disputas en el marco de la cultura y del antifascismo”.
Entre el 14 de enero del 2016 hasta el 31 de marzo del 2024
Asesinatos en todo Bogotá, D.C
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